Sí, fue increíble lo que hizo.
Ahora mismo no sería capaz de salir y hacer 400m en 68s. No sé cuántos harías tu, pero él lo repitió 105 veces! Sin parar.
Artificial o no como argumentan muchos. Es alucinante.
Pero para mí hay otras lecciones que trascienden lo deportivo y que quiero destacar.
La primera, continuidad.
Este paso no hubiera sido posible sin #breaking2, como algunos detractores dicen “el intento fallido de Nike”. Sin ese atrevimiento dudo que hubiéramos llegado hasta acá.
La lección está en aprender sobre lo hecho y mejorarlo. No como muchos políticos y otros que llegan inventando el agua tibia y comienzan desde cero.
Había un aprendizaje y lo que hicieron fue trabajar sobre él. Mejorar un 0,036%.
No había que inventar la rueda, sólo hacerla girar un poquito más rápido. Resultó.
La segunda, trabajo en equipo.
Una de las cosas que me encanta de correr es que puedo hacerlo solo, no tengo que esperar a nadie.
Pero, si quiero ir más rápido debo medirme con otros. Sí esos otros son de los mejores corredores del mundo, pues es difícil que corras lento. Ahí estaban sin pretensiones individuales ayudando a Eliud a romper sus límites. Me encantó.
Una frase suya dice: “1% de todo el equipo es realmente mas importante que tu 100%. Eso es trabajo en equipo”. Demostrado.

Todos los corredores que acompañaron a Eliud durante su proeza.
La tercera, Actitud.
He tenido la fortuna de conocer a gente brillante y si hay algo que los hace resplandecer es su humildad. Esa capacidad de transmitirte algo sin pretenderlo, sin esperar nada a cambio. No lo conozco personalmente, pero por decir lo menos, es lo que me inspira.
Por supuesto, para hacer cosas como esta hay que tener la mentalidad correcta, que diga: “No sé dónde están los limites pero yo quiero llegar allí”, demuestra que no sale a jugar carritos.
Pero lo mas sublime de su actitud es cuando sonríe al final de las carreras. Seguro su cuerpo le está pasando factura, está corriendo al borde, le deben doler hasta las pestañas, pero muestra los dientes. Como queriéndonos decir:
“Cuando las cosas se pongan difíciles, sonríe. Cágate de la risa de ti mismo. Disfruta el camino a la meta”.
Más nunca volveré a correr o a hacer nada sin sonreír.
Gracias Eliud.
2 comments
Join the conversationRafael Antonio Escobar Marrero - 4 mayo, 2020
Buenos días hermano, un gran artículo. Gracias por compartirlo.
Pedro Reinaldo García - 2 julio, 2020
Muchas Gracias por tu comentario.